“Quienes quieran oír que oigan…”

A continuación, compartimos la solicitada que difundió el Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate, ante el intento del gobierno y las empresas de avanzar contra los derechos colectivos de los trabajadores.

 

«La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será.» «Para no ser mudos, hay que empezar por no ser sordos».  

                                                                                                                   Eduardo Galeano

 

Desde hace muchos años, que las élites políticas y económicas que controlan la vida de hombres y países, vienen instrumentando, desarrollando y perfeccionando herramientas (o armas) cada vez más sofisticadas, para aumentar o preservar la automatización de las sociedades. Es decir, el desarrollo de sistemas de ingeniería social, que contemplen objetivos extendidos destinados al control social y de destrucción de la vida humana (es decir esclavitud o genocidio).

Estos grupos de poder deben indefectiblemente, para lograr sus fines de dominación, contar con aliados (gobiernos), menores por cierto, pero no menos peligrosos.

La etapa del genocidio (dictadura militar), fue el paso previo que nuestro país debió padecer, para allanar el camino a la etapa siguiente: la esclavitud. Claro está, que este tipo de esclavitud del siglo XXI, que en poco o nada se diferencia de la esclavitud del siglo XVII  tal como la conocemos por los libros de historia, ha cambiado sus formas de presentación, siendo más sutiles y silenciosas, y que por lo engañosas, hasta han recibido aceptación voluntaria por gran parte de la sociedad.

En la década de los ´90 padecimos la primer arremetida en ese sentido, llevada a cabo por un gobierno neoliberal alineado o “aliado” a esos grupos de poder o élites políticas y económicas mundiales.

Grandes estafas legislativas se instrumentaron entonces, para favorecer los extraordinarios negocios de los grupos más concentrados del poder, con el firme propósito de transferirle riquezas y soberanía.

Se legitimaron entre otras medidas, la privatización del sistema de seguridad social, del sistema de reparación de accidentes y enfermedades laborales, la habilitación de modalidades precarias de contratación, y se dio impulso a un avance significativo por vía convencional, a cláusulas de flexibilidad laboral.

A más de veinte años vista de aquella desgracia histórica, parece ser que nada ha “cambiado”.

Un Pacto Social con los actores sociales (organizaciones sindicales y patronales), promovido con el único fin de limitar los reclamos salariales y encubrir las consecuencias del ajuste estructural que ya se está poniendo en práctica, y que obviamente está teniendo un fuerte impacto sobre el conjunto de los sectores populares, fue la primer señal de alarma y alerta que nos presentan  las políticas del actual gobierno.

Las últimas manifestaciones del Presidente de la Nación, de “rediscutir los convenios colectivos laborales para adaptarlos al siglo XXI”, es un anuncio de lo que vendrá: más de lo mismo, flexibilización laboral.

Flexibilización laboral es, supresión de derechos, despidos, menores salarios y más y más ajustes.

Para que ello sea posible y la resistencia sea mínima o nula, también han acudido a uno de los elementos primordiales del control social: la estrategia de la distracción.

Consistente en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación continua de distracciones e informaciones insignificantes, la estrategia de la distracción es indispensable para impedir al público, interesarse por los problemas sociales de verdad.

Sabido es que la energía es la clave de todas las actividades sobre la tierra. Es decir que la cuestión de primera importancia, es decir la dominación, gira en torno de las ciencias de la energía.

Las ciencias naturales son el estudio de las fuentes de energía natural y su control, y las ciencias sociales, expresadas teóricamente a través de la economía, son el estudio de las fuentes y control de la energía social.

Con distintas estrategias, entre ellas la distracción mediática, destinadas al control de las diversas formas de energía, han logrado no solamente adueñarse de la soberanía sobre los recursos naturales, entre ellos los energéticos, sino que han asestado un duro golpe a nuestra “energía social”. Esa energía social que se traduce en vitalidad, en la búsqueda de opciones y la movilidad de los individuos de una sociedad. Esa energía sin la cual no hay revolución ni resistencia social.

Desde las empresas que están bajo el control estatal, como Nucleoeléctrica Argentina S.A. por ejemplo, ya se están haciendo correr rumores de cambios.

“Cambios” dirigidos a suprimir derechos, cuya conquista demandó muchos años de lucha. Los trabajadores de NASA, hemos esperado 30 años para plasmar en acuerdos convencionales nuestros derechos.

A 29 años vista de nuestra conformación como Organización Sindical independiente de cualquier tipo de manifestaciones de poder que no sea el de los propios trabajadores, hemos mantenido mas allá de las adversidades, firme nuestra consigna, que no es otra que la defensa de los derechos e igualdad de todos los trabajadores ante las empresas que se encuentran en nuestro ámbito de actuación.

En esa impronta, seguiremos bregando, para que la memoria y la libertad sean ejercicio cotidiano de todos; para que las violaciones a los derechos humanos no queden impunes; para que la verdad salga a la luz y la justicia sea igual para todos sin distinciones.

Porque somos protagonistas y artífices de nuestro futuro, velaremos sin descanso por los derechos e igualdad de todos los trabajadores, defendiendo sin restricciones ni descanso, la integridad e intangibilidad de los C.C.T. que tanto esfuerzo y sacrificio han costado.

Y al mismo tiempo exhortamos a la sociedad toda, a tomar un tiempo para la reflexión, a dar una mirada atrás, para que por lo que fue y contra lo que fue, recuperemos nuestra energía social y demos un paso hacia lo que pretendemos que sea.

 

Comisión Directiva Sindicato de Luz y Fuerza Zárate

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